Son altamente excitantes y quiebran la rutina laboral. De repente ir al lugar de trabajo se torna mágico y placentero. Todo se vuelve extraño y en cierto momento nos hace pensar: amor y trabajo
No hay duda que el entorno laboral propicia las relaciones entre los trabajadores. De la amistad se puede pasar a algo más: flirteo, sexo o incluso amor. Pero es difícil prever y controlar las consecuencias.
Sin duda que al pasar más horas en el trabajo que en casa y el roce puede convertirse en cariño. Si además tienes problemas personales, tus colegas pueden convertirse en tu válvula de escape o en algo más. El entorno, lo prohibido, el riesgo, el morbo, la necesidad de volver a sentir algo, incrementan las ganas.
Generalmente en los primeros encuentros, es común que se decida mantenerlo en secreto o contárselo al más íntimo, hasta que al menos la relación vaya tomando un rumbo más sólido, si es que se llega a esa etapa, claro.
En algunas empresas incluso, están prohibidas las relaciones de pareja entre los empleados por lo cual es recomendable ser discretos. ¿Ventajas? ¿Desventajas? Veamos :
– Las ganas de ir a trabajar se incrementan cada día. Lo que hasta hace poco carecía de todo incentivo posible, se vuelve interesante y hace que nos produzcamos mucho más de la cuenta para ese encuentro diario.
– Todo es nuevo, por más que ese lugar solía pasar desapercibido, se convierte en posible refugio de amor furtivo.
– Complicidad de a dos, que deja afuera al resto de los compañeros y poco importa, al contrario, divierte.
– Salir cada uno por su lado y encontrarse a dos cuadras como amantes clandestinos que horas antes jugaban a los compañeros, casi desconocidos.
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