Hablamos de dependencia emocional cuando un individuo establece un vínculo fuerte con otra persona, que generalmente se da en la institución de la pareja, y que se caracteriza por una fuerte necesidad del otro, un sentimiento de temor que la relación terminará y una presencia de considerable angustia y angustia que está presente la mayor parte del tiempo.
Hoy en día es un problema muy común y cada vez es más frecuente que una persona decida acudir al psicólogo con la preocupación de sufrir dependencia emocional.
¿Qué podemos hacer?
A continuación destacamos algunas de las líneas de actuación recomendadas en el estudio:
- Las estrategias de intervención deben iniciarse de forma temprana (después de 10 años) antes del desarrollo de las primeras relaciones. Estas iniciativas deben tener como objetivo brindar espacios donde los adolescentes puedan reflexionar sobre lo que es una relación sana, el uso del poder en las relaciones y la igualdad de género, aprender a comunicarse asertivamente, resolver sus propios conflictos sin agresiones, reconocer signos de una relación controladora o abusiva y conocer qué hacer y a quién acudir en busca de ayuda si sucede.
- Es necesario fortalecer la calidad y accesibilidad de los servicios públicos adecuados para los adolescentes, para que puedan identificar y dar una respuesta rápida y eficaz a la violencia.
- Apoyar la reflexión crítica sobre las normas sociales que legitiman la desigualdad de género y contribuyen a la violencia doméstica, familiar, comunitaria y social
- Aprovechar el uso y alcance de la tecnología digital para alcanzar a los adolescentes con herramientas y mensajes que promuevan autorreflexión sobre la calidad de sus relaciones y que promuevan relaciones saludables en lugar de aquellas basadas en el control y los celos.
Pasos para superar una ruptura
- Llora, llora y llora un poco más: suelta, grita, suelta el dolor, compártelo con los demás hasta que no te queden más lágrimas despojarse despojarse Una ruptura es un proceso de duelo, por lo que hay que pasar por varias etapas. El llanto le ayudará a pasar a los siguientes pasos.
- Escribe: Te puede ayudar a ver las cosas con más objetividad, estructurar y no olvidar las cosas, sean buenas o malas.
- Mantente ocupado: pensar en lo que pasó está bien, pero no dejes que te persiga. Haz cosas, sal con gente, trabaja, practica deportes, trata de mantener tu mente ocupada.
- Piensa en positivo: pues sí, estar así es doloroso y duele mucho, pero trata de ser positivo. Aprendes de todo lo que está mal y con el tiempo incluso te das cuenta de que romper la relación fue lo mejor. No te preocupes, te volverás a enamorar. En esta vida todo pasa y las cosas mejorarán.
- Sé racional: claro, hubo cosas buenas, pero si se acabó es porque las cosas malas pesaron más. No olvides lo malo, por eso lo dejaste.
- No te castigues ni te culpes: solo te hace sentir peor. Elimina esos «qué pasaría si» de tu vocabulario. No puedes dar marcha atrás, lo que pasó, pasó y por más que luches, las cosas no cambiarán. Actuaste de esa manera porque siempre creíste que era lo mejor, así que mira hacia adelante y sigue con tu vida.
- Piensa por ti mismo: es hora de ser egoísta. Olvídate del otro y de si lo está pasando mal o no. Ahora es el momento de preocuparse por uno mismo.
- En momentos de crisis, no tomes decisiones importantes: estás confundido y no tienes las ideas claras. Ya hay demasiados cambios para hacer más de lo necesario. Ahora mismo estás en una nube y es mejor no tomar decisiones importantes porque ahora no es el momento. Más tarde, cuando te sientas un poco mejor, tendrás tiempo para decidir con más claridad.
- Déjate ayudar: tus amigos y familiares están contigo, pídeles ayuda, déjate tratar, no los abandones. Si con el tiempo ves que no mejoras, consulta a un psicólogo, haz yoga o meditación. Si ves que no puedes hacerlo solo, no te avergüences ni te enorgullezcas, pide ayuda.
- Deja pasar el tiempo del duelo: Desafortunadamente, este proceso toma tiempo, por lo que te sentirás mal por días, semanas o meses. Tranquilo, porque necesitas tiempo para digerir todo esto. No seas impaciente.
- Continúa con tus responsabilidades y obligaciones: pero tampoco esperes. La vida continúa y no puedes dejarlo todo atrás. Sin embargo, no dejes que te abrume, sé compasivo y comprensivo contigo mismo.
- Cuídate y quiérete mucho: hazte las cosas, ve a la peluquería, cómprate algo bonito, hazte un masaje. Date un capricho y quiérete, tú eres lo más importante.
- Cierra el capítulo: La vida continúa, no es el final. En el libro de tu vida, es sólo un capítulo más. Con el tiempo, dejará de doler y se convertirá en un recuerdo más.
¿Te mantienes, Malamadre?
También me gustaría hacerle una pregunta que le hice a este cliente: ¿se está manteniendo? ¿Cómo es tu forma de sustentarte? ¿Os habláis con cariño y amor o, por el contrario, es como si, cuando enumeras lo que quieres, tuvieras un látigo en la mano con el que te azota? Te lo pregunto porque lo que hay dentro suele ser lo que hay fuera, así que si tu estilo cuando te hablas a ti mismo es franco, es muy probable que lo que te llega de fuera también lo sea. Porque lo primero que necesitas para apoyarte con amor, cariño y respeto eres tú.
Uno de los elementos más importantes en una pareja es el equilibrio entre dar y recibir. En efecto, uno de los síntomas que pueden hacer que exista un desequilibrio es la sensación de que no hay apoyo. Aquí es muy importante la comunicación entre las dos partes de la pareja y hay que tener claro lo que hace cada uno y lo que aporta cada uno para que ese equilibrio perdure.
Establecer rutinas
Mezclar el trabajo y el hogar hace que no haya límites ni separación entre ambas responsabilidades. Hacer tiempo para las comidas, el trabajo, el juego, la conversación, incluso para apagar los teléfonos y desconectarse de la tecnología, fomenta el uso del tiempo en pareja para compartir y disfrutar de la compañía del otro.
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