Los sexólogos reconocen varios tipos de líbido, que es el deseo sexual que llevas dentro y que lo manifiestas, de una forma u otra, con tu pareja. ¿Cuál es el tuyo?
El sensual : cuando durante el acto sexual, la intimidad emocional te parece más importante que el desempeño físico. El sexo te conecta emocionalmente con tu pareja, es la expresión física de la relación.
La estresada, es cuando sientes deseo, pero evitas el sexo porque te preocupa no satisfacer a tu pareja. Tu inseguridad puede provenir de un período difícil, tal vez por alguna enfermedad, en el que el sexo no era prioridad.
La desinteresada se presenta cuando no te importa si no tienes sexo. Quizá pasaste del tipo de libido «estresada» a éste, o simplemente, de forma natural, tienes muy poco interés en el sexo.
El dependiente, es cuando necesitas sexo para sentirte amada y segura o para olvidar el estrés. Quizás durante tu adolescencia aprendiste a usar el sexo o la masturbación para evitar el aburrimiento o la frustración.
El indiferente, también es cuando no te preocupa no tener sexo y es más fácil satisfacer tus necesidades sexuales mediante la masturbación. Quizás tus prioridades en la vida son otras, tal vez el trabajo es una de ellas.
La erótica se da cuando sientes cercanía emocional con alguien que es muy apasionado en el ámbito sexual. Para ti, el sexo es la parte más importante de una relación y necesitas sentirte muy deseada.
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