Como hemos visto en un anterior artículo, el sexo anal ha ocupado un lugar importante en la lista de tabues entre las relaciones de pareja. Es cierto que el miedo al dolor o a una ejecución poco hábil por parte de tu compañero pueden alejar el orgasmo y llegar al clímax.
Pero no hay duda de que el coito anal puede proporcionar orgasmos muy intensos, ya que la zona está llena de terminaciones nerviosas.Es imprescindible una buena lubricación, y mucho tiempo de juegos previos para que te relajes.
En este sentido le damos algunos tips para lograr que este momento sea el más placentero. En primer lugar, hay que estar relajados. Tienen que estar seguro que lo pueden hacer y lo quieren hacer. Es decir, estar de acuerdo, y para ello se necesita una buena comunicación.
Luego, hay que estar excitados. Si esto se logra el líbido subirá y también las ganas de probar nuevas experiencias. Para estar excitados tienes que decirle a tu pareja que te toque ahí dónde más te gusta o, al contrario, puedes preguntarle qué quiere que le hagas para que alcance una erección.
Un tercer elemento ha tomar en cuenta son las caricias para que el sexo anal no sea doloroso. Pídele a tu pareja que vaya acariciando el ano y que lo haga, con mucha delicadeza, mientras puedes acariciarte el clítoris para no dejar que baje tu excitación.
Luego, el miembro viril debe ser introducido muy despacio sin apuros. Lo importante, sobre todo, es tener paciencia y juguetear con las caricias, con tu lubricación vaginal y tu clítoris para que estés tan excitada que no se te quiten las ganas de seguir intentándolo.
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