Se le considera uno de los mayores enemigos del amor. Se le llama la «caja tonta», pero más que tonta, diríamos que es conflictiva. Y es que, ¿tener un televisor en la habitación puede ser un obstáculo para la relación de pareja?
La respuesta es contundente para los especialistas : no es aconsejable una pantalla chica en el dormitorio, porque interfiere en la comunicación de los esposos. En general, se debe evitar tenerlo en el dormitorio, ya que normalmente frena la comunicación de la pareja y torna la relación menos sólida. Lo ideal es que la ‘tele’ debe tener un lugar fuera del dormitorio.
También los especialistas aducen que el televisor en el dormitorio perjudica el sueño, dado que pocas parejas duermen al mismo tiempo. Mientras uno está viendo un programa, el otro trata de conciliar el sueño, provocando malestar . Otro factor, es que también afecta el descanso, ya que los cónyuges duermen más tarde, haciendo que disminuya el tiempo de sueño.
Pero eso no es todo. Hubo un interesante estudio realizado por una sexóloga italiana encontró que las parejas que han puesto un televisor en el dormitorio mantienen relaciones sexuales la mitad de veces que aquellas que no lo tienen. También el estudio detectó que hay ciertos programas que impiden más la pasión que otros, pues las violentas disminuyen las relaciones sexuales a la mitad, mientras que los ‘reality shows’ hacen descender la pasión.
Sin embargo, la televisión también puede ser un factor de unidad y de intercambio, si es que los cónyuges se ponen de acuerdo en los programas que van a ver. Es decir; si el televisor tiene un uso racional y adecuado en el dormitorio, resulta bueno, pero por la difusión de programas de violencia y por la falta de consenso, es un perjuicio. Usted tiene la palabra.
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