El reproche es uno de los síntomas más claros de crisis en la pareja, cuando éstos empiezan a aparecer con cierta asiduidad es porque algo en la relación comienza a fallar, pero el hecho de que estos se produzcan no ayuda en nada a mejorar la situación, más bien al contrario, pueden producir un efecto multiplicador de la crisis de la pareja que haga que la relación se vuelva insostenible.
El reproche es en cierta manera una forma de violencia en la vida cotidiana de la pareja, aunque no exista agresión, sí que se produce un intento de imposición al exigir a la otra persona que sea como nosotros queremos, sin tener en cuenta sus deseos ni sus posibilidades.
Pero, ¿Qué debemos tener en cuenta cuando discutimos con nuestra pareja?
En las discusiones de pareja debemos de ser muy cuidadosos ya que podemos decir cosas que afecten gravemente a la relación. Es bueno abordar todos los problemas y plantear nuestras quejas, pero hay una serie de cosas que debemos evitar:
– Nunca debemos atacar la manera de ser ni las capacidades de nuestra pareja, ya que su autoestima se puede llegar a ver afectada.
– No es aconsejable utilizar la amenaza como medio para conseguir un cambio de actitud en nuestra pareja, por ejemplo amenazando con la separación o el divorcio.
– No debemos ridiculizar a nuestra pareja ni trivializar sus opiniones, los «chistes» y las ironías pueden ser muy hirientes.
– Nunca debemos llegar al insulto o a la falta de respeto.
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