Si la sexualidad es un arte porque engloba emociones y sensaciones al utilizar los sentidos que nos proporciona placer, entonces no sólo debemos aprender la técnica sino también poner a su servicio nuestras emociones. Esto es conociendo nuestro cuerpo, el del otro y considerarnos dignos para explorar para conseguir una sexualidad sana y plena.
Muchos epecialistas aconsejan la utilización de los masajes eróticos para conseguir y favorecer una buena salud. Y es que consideramos la sexualidad un punto tan central de nuestras vidas que no hay nadie que no desee gozar con plenitud de esa parte de su ser.
Es por ello que se han creado una serie de artilugios e instrumentos que nos pueden hacer sentir la sensualidad y la erótica en toda su amplitud. Claro ejemplo son los novedosos masajeadores íntimos que comercializa Philips como el de la foto. Son discretos y elegantes, sencillos en su uso, mucho más cerca de hombres y mujeres en general, ya que están diseñados para ambos sexos sin distinción.
Tenga en cuenta que hay que desterrar de nuestra mente la idea de que la sexualidad sólo se refiere a los genitales y al coito. Nos olvidamos que para el juego de la seducción, de la estimulación de nuestra piel y de zonas de nuestro cuerpo, estos objetos pueden proporcionarnos sensaciones.
Claro ejemplo son estos masajeadores que se centran en la idea de que la sensualidad y la erótica creada por la pareja son los que llevan a sentir una excitación y un placer plenos. Lo importante es conocer lo que nos gusta, saber comunicarlo, aprender y sentir, sin miedo y sin vergüenza.
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