Es como tocar el Cielo con las manos. La máxima sensaciòn de placer del ser humano. Nos referimos al Punto G, del cual muchas parejas persiguen este punto para llegar a disfrutar del sexo.
Claro, al no encontrarlo ni disfrutarlo, se sienten frustrados y no tienen en cuenta que en la búsqueda esta el resultado. Se llama así por la primera letra del apellido del médico alemán Ernst Grafenberg, que en los años 60 lo describió como una diferencia en el tejido vaginal.
Su tamaño no supera el de una moneda de cinco céntimos y se localiza encima del hueso púbico, en la pared frontal de la vagina y a una distancia de la entrada equivalente a unos dos tercios del tamaño de tu dedo gordo.
Si aún no lo has encontrado, prueba a hacerlo desde la posición de cuclillas cuando estés excitada, ya que el aumento de la circulación sanguínea hace que sea más palpable. Existen algunas técnicas para hacer mas fácil esa búsqueda.
Una es explorar la vagina con los dedos indice y medio puestos en forma de “J”, comenzando por la pared frontal (la mas cercana al hueso de la pelvis) y moviendo el dedo en círculos.
Es importante para el éxito de la búsqueda, que la mujer vaya indicando a su pareja, lo que va sintiendo. Uno se va dando cuenta ya que esta zona tiene una textura áspera o estriada (que se diferencia de la superficie suave y lisa del resto de la vagina), y al ser estimulada aumenta de volumen.
Sin duda que esta exploración del Punto G, es también una excusa valedera para conocer nuestros cuerpos. Porque de lo que se trata aquí es alcanzar el máximo placer en el bienestar sexuald e la pareja. ¿No lo crees así?
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